Construido en el siglo XIX en la región de Cognac, el antiguo molino de grano Pinthiers, equipado con su rueda de paletas, se transformó en una destilería familiar en 1923. Bien escondido en una isla muy pequeña, el antiguo edificio de piedra caliza, bordeado por tilos y sauces, está rodeado por dos brazos del río Seugne. En el interior, cinco viejos alambiques charentais tradicionales de 2.500 litros, bien conservados. Durante décadas, el fundador, Emile Perrier, elaboró meticulosamente licores originales que gozaron de gran renombre en la región. Ya en 1936, Jean-Gabriel, hijo de Emile, convirtió el antiguo molino de cereales en una destilería de coñac, donde instaló los cinco pequeños alambiques de la marca Speichim, mantenidos por su hijo Robert. En 1999, Jean-Michel Naud, yerno de Robert Perrier, se atrevió a construir la primera destilería de vodka en la región de Charentes. En 2017, Jean-Michel revivió junto a su hijo Pierre los viejos alambiques de la antigua destilería Pinthiers, que habían quedado en desuso décadas atrás.