René y Joséphine Clusel comenzaron a cultivar verduras, árboles frutales y viñas de Côte-Rôtie en los años 50, cuyos productos, como el vino, vendían en las localidades del entorno. No obstante, los vinos Côte-Rôtie aún no gozaban de su actual reputación, si bien los caldos elaborados por los Clusel ya eran muy populares. Su hijo Gilbert se unió a la propiedad familiar y comenzó a limpiar y revitalizar viejos viñedos abandonados desde la Primera Guerra Mundial. Cuando René Clusel se retiró, la finca tenía 3,5 hectáreas de viñedos y el viñedo Grandes-Places, plantado por los padres de René, se embotellaba por separado. El nombre de la finca cambió a “Clusel-Roch”, basado en la sociedad de Gilbert Clusel y su mujer, Brigitte Roch. En la década de los 90 continuó la metamorfosis: nuevas plantaciones, trabajo con arado, abandono de los tratamientos químicos y la construcción de una nueva bodega, moderna y funcional. Todo ello fue la antesala de la certificación como agricultura biológica. Guillaume Clusel, hijo de Gilbert y Brigitte, completó sus estudios de viticultor en 2009 y se unió al equipo familiar. Bajo sus orientaciones abrió la bodega a la tercera denominación del área histórica “Lyonnais”, el AOC “Coteaux du Lyonnais”, alquilando viñedos en las aldeas de Millery y Grigny.